Emboscada y asesinato: como fue el crimen del joven de 21 años

El 18 de mayo pasado una mujer llamó al Sistema de Emergencias 911. Cuando llegó la policía a su domicilio contó que cerca de las 9 de la mañana mantuvo una conversación con su hijo, que se retiró a los pocos minutos.

Momentos después la mujer fue hasta la habitación del joven y encontró tirada en el suelo una pila de ropa manchada con sangre y un celular con la pantalla dañada que no era suyo. 

Cerca de las 2 de la tarde, la mujer vuelve a comunicarse con el 911 para decir que su hija de 15 años debía confesar un crimen. Al llegar la policía explicó que la menor estaba esa madrugada en el domicilio de su hermana tomando bebidas alcohólicas junto a dos amigos y mantuvo una discusión con uno de ellos. Esto hizo que su hermano se ponga violento y golpee al otro joven con un cuchillo en la nuca. 

La víctima se retiró del lugar, pero cien metros después lo volvió a interceptar el agresor, que lo apuñaló en varias partes del cuerpo. Cuando se dieron cuenta de que el joven había fallecido, el acusado, junto a su hermana y el otro amigo, arrastraron su cuerpo hacia el Río Rosario y lo ocultaron con arena y ripio. 

Los policías, acompañados por la menor y su madre, se dirigieron al lugar donde estaría enterrado, y allí pudieron constatar la versión de la joven.

Luego de las correspondientes tareas investigativas, el imputado fue encontrado ese mismo día, cerca de las 6 de la tarde, en la zona del basural, por lo que quedó detenido. La menor, por su parte, quedó alojada en el hogar de ancianos, sector femenino. El otro joven que habría ayudado a esconder el cuerpo de la víctima era un menor de 15 años, a quien le tomaron declaración testimonial y quedó en su domicilio con consigna policial. 

En una audiencia flexible y multipropósito, el juez de Garantías de ese distrito, Mario Teseyra, convirtió en prisión preventiva la detención del joven de 21 años acusado por el presunto delito de homicidio calificado por ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas.

La víctima fue identificada como Octavio Luna, y tenía 21 años de edad.