Día 2: Novena del Señor y la Virgen del Milagro

A continuación, el rezo del segundo día de la Novena.

Salta07 de septiembre de 2024DefrentesaltaDefrentesalta

EDESA

Virgen del Milagro.
Virgen del Milagro. Foto: Sol Salas.

4TA FONDO PROMOCIONES_20240914_121527_0000

Acto de Contrición:

Dulce Jesús mío y mi crucificado Señor, indigno de ponerme delante de vuestros ojos, me postro avergonzado a vuestros pies, confesando la multitud de mis culpas, con íntimo dolor de mi alma, por haber sido ofensa contra Vos. Herido vengo, médico divino, a buscar mi remedio en vuestra benigna misericordia, proponiendo con todo mi corazón la enmienda. Dulce amor mío sois sobre todas las cosas, tened piedad de mí, y acordaos, Señor, el que mi amor os puso en esa Cruz, y no os acordéis el que yo, como ingrato y desconocido, me olvidé de vuestro paternal amor, porque si a Vos, que sois mi Padre, no vuelvo los ojos, ¿quién otro se compadecerá de mí? ¡Ay, mi Jesús, y cómo os ofendí! ¡Oh, quién de dolor muriera a vuestros pies, pues amándome tanto me atreví a ofender a un Dios tan bueno, tan santo y tan amable! Pequé, Padre mío, contra el cielo y contra Vos, tened misericordia de mí. AMEN.

Oración preparatoria para todos los días:

María Purísima del Milagro, que con tierno amor te inclinaste a pedir a tu Soberano Hijo, cuando enojado por nuestras culpas, quiso destruir la ciudad de Salta con aquellos espantosos terremotos, y Tú, cual otra hermosa Ester, puesta delante del Supremo Rey de los Cielos, mudando de colores, pediste por la libertad de este pueblo; concédeme, Madre mía del Milagro, el que de tal suerte mude yo mi vida, que si hasta aquí he caminado por los caminos de mi perdición, olvidado de mi Dios y Señor, de hoy en adelante sólo reine en mi corazón tu maternal amor, y que corresponda, amante y agradecido, a las obligaciones de hijo de tal Madre. Y no permitas Madre mía, el que se vea malograda en mí tu poderosa intercesión, que todo lo puede conseguir, con tal que no apartes tus purísimos ojos de este miserable pecador y concédeme lo que te pido en esta novena, si es para mayor honra y gloria tuya, y bien de mi alma. AMEN.

Día 2: 

Oh, Dios de mi alma! ¿Qué hubiera sido de mi en aquel momento, si no hubieseis usado de tanta misericordia? Yo estaría en el infierno, donde gimen sin remedio los insensatos cuyas huellas seguí. Os doy gracias, Señor, y os ruego que no me abandonéis en mi ceguedad. Digno era de que me hubierais retirado vuestras luces; pero veo que vuestra gracia no me ha abandonado todavía. Oigo que me llamáis con ternura, me invitáis a conseguir el perdón y a esperarlo todo de Vos, a pesar de las grandes ofensas de que soy culpable en vuestra presencia. Sí, oh Salvador mío, espero que me recibiréis por hijo vuestro. No merezco llamarme con tan amoroso nombre, pues tantas veces he osado ultrajados descaradamente: Padre, no soy digno de llamarme hijo tuyo, porque pequé contra el cielo y contra Ti. Mas se que vais buscando las ovejas descarriadas, y que os consoláis abrazando a vuestros hijos que andan perdidos. ¡Oh, Padre mío, arrepiéntome de haberos ofendido! Arrójome a vuestros pies, abrazo vuestras rodillas, y no me retiraré hasta que me habréis perdonado y bendecido. Y no os dejaré si no me bendijerais. Bendecidme, oh Padre mío, y hágame concebir vuestra bendición un intenso dolor de mis pecados y un ardiente amor para con Vos. Yo os amo, oh Padre mío, os amo con todo mi corazón. No permitáis que jamás me separe de Vos. Privadme de todo, pero no me privéis de vuestro amor. Oh, María, si Dios es mi Padre. Vos sois mi Madre. Bendicidme Vos también. No merezco ser vuestro hijo, admitidme por vuestro esclavo, pero haced que sea un siervo que os ame tiernamente, y que confíe siempre en vuestra protección.

Dulcísimo Señor del Milagro, perdonad mis pecados, y librad, por vuestra misericordia, a la ciudad de Salta de todo castigo. Concedednos esta gracia, por intercesión de nuestra Protectora, vuestra dulcísima Madre, la Inmaculada Virgen del Milagro. AMÉN.

Atributos de María: Sol

Purísima Virgen del Milagro, María, Madre admirable, milagro de la gracia, el segundo atributo que simboliza vuestra original pureza, es el Sol. Alcanzadme, Soberana Reina, de vuestro Santísimo Hijo, Sol de justicia, que con los rayos de su divina piedad alumbre las tinieblas en que camina perdida mi alma, para que, conociendo la ceguedad en que he vivido, sepa llorar mis culpas, y al calor de vuestros cariños, se deshagan en raudales mis ojos; pues, siendo Vos mi reina y protectora, me atreví a ofendemos y a despreciar vuestra gloria, para que, purificada mi alma con la contrición de mis culpas, merezca ver en la gloria, el verdadero Sol de Justicia que nació de Vos. AMEN.

Oración: 

Soberana Emperatriz de los Cielos y tierra, dulcísima Madre de pecadores, Madre del Milagro, en ésta tu escogida ciudad en la cual ostentas tu amor, mírame con semblante risueño, que, aunque pecador y desagradecido, soy hijo tuyo, y te venero y amo como a Madre amorosa y admirable. Y creo que si en mí empleas tus purísimos ojos, no me ha de desamparar mi Señor Jesucristo, porque a los que Tú tienes bajo tu patrocinio, les muestra El especial amparo. Ea, pues, Madre mía del Milagro, no desprecies mis ruegos, y si cuando como pecador no te busqué, Tú solicitabas mi amistad porque deseabas mi salvación, ¿cómo ahora, que con tanta ansia te busco, me has de negar tu amparo, tu patrocinio y favor? Merezca yo tu poderoso brazo, ahora que arrodillado te pido me lleves de la mano a tu amado Hijo crucificado, para que, viendo mi dolor y arrepentimiento de mis culpas y pecados, que deseo sea mayor que el me han tenido los más penitentes Santos del mundo, me lleve a sí y me dé a beber de aquella Sangre Soberana de su amoroso Costado, que es todo el precio de nuestra redención, y viva sólo en El, huyendo del mundo y de mí mismo. AMEN.

Aquí se rezará un Credo a Cristo Crucificado, y se dirá la oración siguiente, que es para todos los días.

Amantísimo Jesús mío, hermosura eterna de la Gloria, mi Dios crucificado y todo mi bien, justo Juez y piadoso Padre, que, no contento vuestro amor con haber bajado del cielo a la tierra a buscar al pecador; haber derramado vuestra sangre en el ara de la Cruz y haber instituido el Sacramento Eucarístico de vuestro Cuerpo y Sangre en la Santa Misa, quisisteis venir en vuestra milagrosa imagen a esta ciudad de Salta, a buscar como Pastor Divino a la oveja perdida. Y cuando más olvidada andaba de vuestro singular amor, hicisteis estremecer la tierra con espantosos terremotos, y revelasteis a vuestro siervo no cesarían hasta que os sacasen por las calles. Os suplico, mi Dios crucificado, que por vuestra mansedumbre soseguéis la inquietud de mi espíritu, para que pueda yo corresponder agradecido, buscándoos sólo a Vos, pues sois el descanso de mi alma y mi único bien. Y si por haberos ofendido temblase mi alma de llegarse a Vos, dadle voces desde esa Cruz, con que interiormente le digáis: "Mira, hijo mío, cuánto sufro por tu amor, y tú ¿qué es lo que haces por Mí, sino sólo ofenderme? Pero ven a mis brazos, que Yo clamaré a mi Eterno Padre diciendo: "Padre, perdona a este hijo ingrato, que no ha sabido lo que ha hecho al haber despreciado a su Dios y Redentor" Y, si todavía vuestro amor retira de mi los ojos de su piedad, por mi ignorancia e ingratitud, ponedlos en vuestra Madre, María Santísima del Milagro, mi Protectora, por cuyos méritos y piadosa intercesión, espero se templarán vuestros enojos, y me daréis gracia para que os pueda servir en esta vida y alabaros en la eterna. AMÉN.

1278x123 copia

Te puede interesar
ate mabel alvarez

ATE convocó a un paro en el sector de la Centralizada

Defrentesalta
Salta06 de septiembre de 2024

El Consejo Directivo Provincial de ATE presentó en conjunto con gremio de UPCN al Ejecutivo Provincial la convocatoria paro general provincial de la Administración Pública Centralizada. Los detalles.

Lo más visto