Salteño que reside en el exterior indignado por los altos costos de una clínica privada

Fernando es un salteño que vive en Suecia hace 11 años y llegó  de vacaciones a Salta a  visitar a su familia. Durante los últimos días se hizo atender en una reconocida clínica privada a raíz de  un fuerte cuadro de Salmonella y manifestó que le exigieron un millón y medio de pesos en efectivo para ser atendido.

Al no recibirle su tarjeta de crédito, debió pedirle prestado a su familia, y llegó a conseguir la suma de $750 mil pesos.

Como no pudo juntar la totalidad del dinero, el joven decidió darse de alta voluntaria a los dos días y seguir el tratamiento en otro nosocomio. Una vez en su casa, lo llamaron desde la clínica para informarle que tenía una deuda y debía pagar 70 mil pesos más en gastos de laboratorio. 

El hombre se presentó en la clínica con la intención de hacer efectivo ese pago, pero con su vuelto, una vez que le devuelvan el desorbitante monto del depósito cobrado, o al menos una parte de ello. 

La respuesta que recibió fue que se había utilizado el total del importe depositado en su estadía, por lo que solicitó se le entregue un detalle de los gastos.

Varios minutos después se le acercó una hoja con el importe de los ítems supuestamente consumidos donde, entre otras sorpresas, le cobraron $620 mil por dos noches en una habitación compartida y sin aire acondicionado, entre otras incomodidades.

Fernando contó que habló con una gerenta de la clínica  y que le ofrecieron 20 mil pesos para que no cuente lo sucedido.