"Vi el cuchillo tramontina ahí ": declaró el femicida de Jésica Soliz

Comenzó la audiencia de debate seguida contra Ezequiel Lucas Domínguez por homicidio agravado por la relación de pareja previa y por mediar violencia de género en perjuicio de Jésica Maribel Soliz.

Policiales11 de abril de 2023DefrentesaltaDefrentesalta

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Jésica Maribel Soliz
Jésica Maribel Soliz.

EDESA

Durante el primer día de la audiencia leyeron la requisitoria de elevación a juicio y, a continuación, solicitó declarar el imputado Domínguez. Durante su intervención aceptó responder preguntas de las partes.

El acusado contó que al momento del hecho se encontraba separado de Soliz y ya convivía con su nueva pareja, la coimputada Rocío Farfán, con quien tiene una hija de tres años. Residían en una casa ubicada a unos 60 metros del domicilio de Jésica.

En el inmueble de la víctima funcionaba un local comercial (almacén y pollería) que habían abierto “en sociedad” y que era atendido por ambas mujeres. Domínguez manifestó que la relación entre su expareja y Farfán era buena.

Acerca de lo ocurrido el 20 de mayo de 2021, en su declaración espontánea el imputado refirió que ese día “se sentía preso” en su casa. Dijo que decidió ir a la casa de Jésica para buscar unas herramientas que necesitaba y, de paso, para hablar con ella sobre la posibilidad de volver a trabajar en el local. Farfán le dijo que lo iba a acompañar.

En el transcurso de su declaración el imputado explicó que trabajaba como recepcionista en un hotel pero su actividad se había visto afectada por la pandemia. A raíz de esto habían decidido abrir la pollería. No obstante, debido a las fuertes discusiones que había mantenido con su expareja un mes antes del hecho, ambos habían acordado que él ya no concurriría al local.   
 
Domínguez precisó que las discusiones detonaron cuando su hijo le contó que su mamá lo dejaba solo de noche para ir a jugar a las cartas a la casa de un vecino. Y porque en otra ocasión había dejado solo el negocio aún cuando habían acordado que, si ella quería salir de noche, debía avisarle para que él se quedara a cuidar el local.

En ese contexto, el 20 de mayo, ambos imputados se dirigieron a la casa de la víctima. Domínguez dijo que entró por el local directo a una habitación. Ahí estaba su hijo. “No me quiso saludar, eso me partió el alma. Busqué las herramientas, que eran del papá de Rocío, y vi que faltaba una pinza. La necesitaba para instalar un calefón”, señaló el acusado. Dijo que fue a preguntarle a Jésica y que ella comenzó a agredirlo verbalmente.

El imputado aclaró que no discutieron, que ella lo insultó y salió a la vereda para llamar a la policía. Indicó que supo esto después, cuando leyó el expediente de la causa. En ese momento él se quedó adentro. Ella volvió y le dijo: “Seguí yendo al psicólogo loco de mierda”. Entonces –relató el acusado- él vio el cuchillo tramontina que usaban en la pollería y a partir de ahí no entiende lo que pasó. “Lo siguiente que recuerdo es que yo estaba en la puerta y Rocío gritaba que llamen a una ambulancia. Atiné a sacarme la remera para taparle la herida. Quisimos subirla a una moto para llevarla al hospital… No quise matarla, no entiendo qué pasó. Cuando estábamos afuera llegó un policía, preguntó quién había hecho eso y le dije que había sido yo. El oficial le tomó el pulso y todavía estaba viva. Después llegó la ambulancia, le pusieron una gasa y yo me dirigí solo al patrullero”, manifestó.

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